lunes, 17 de octubre de 2016

Frenemos el Acoso Escolar





Gracias Rebeca, por tu valentía

¡FRENEMOS EL ACOSO!



Hace poco en un programa de televisión salían jóvenes contando su experiencia de acoso escolar. Relataban lo horrible que lo habían pasado y cómo lo habían superado. Entonces me metí en su piel y recordé que yo también había pasado por aquello. Recuerdo ir a clase de mala gana siempre. De los constantes insultos y malas miradas. De no tener amigos y pasar los recreos en la biblioteca, mi “refugio”. 

Y empecé a pensar que la culpa era mía. Que aquello era lo normal. Que no me merecía tener amigos. 
Y me ha llevado a complejos y a baja autoestima que a día de hoy aún me duran.

Lo peor era la pasividad del resto de alumnos, “para que tampoco se cebaran con ellos” y de los profesores. Y es algo que debemos tener conciencia social. Porque te puede pasar a ti. A tus hijos, nietos, amigos...

Pero ahora lo veo como lejano, porque ya pasó. Yo quiero decir a todos aquellos que sufren bullying que no se lo callen, que lo cuenten. Aunque la mayoría de las veces no se arregla. La pasividad de los padres de los acosadores (son cosas de niños) y de algunos profesores hacen que el crío no encuentre ayuda y no mejore su situación. 

Es necesaria la concienciación de toda la sociedad para evitar que esto siga pasando. No os preocupéis: a mí también me parecía interminable, que nunca iba a acabar y que esa era mi vida. Tantos años me acabaron acostumbrando a ello. Pero siempre se sale. Ahora no lo veis, pero al final siempre se supera. Y te hace mucho, muchísimo más fuerte que aquellos que necesitan hostigar al débil para creérselo.


¿Pero sabéis que es lo peor? Lo peor era la pasividad del resto de alumnos, “para que tampoco se cebaran con ellos” y de los profesores. Y es algo que debemos tener conciencia social. Porque te puede pasar a ti. A tus hijos, nietos, amigos...En nuestras manos está el frenarlo. Nunca miremos a otro lado

Rebeca González